Funcionarios y dirigentes sociales de dos regiones de Chile advirtieron que si el gobierno central no satisface sus reclamos de medidas para el desarrollo local, realizarán en marzo protestas similares a la que lleva nueve días en Aysén, con bloqueo de rutas y manifestaciones callejeras que provocaron un centenar de heridos, según denunció un dirigente humanitario.
La situación en Aysén entró en una suerte de compás de espera a partir de la reunión que dirigentes locales mantuvieron anoche con dos ministros enviados por el presidente Sebastián Piñera, tras la cual se anunciaron algunos acuerdos que, de todos modos, son considerados insuficientes por la comunidad.
“Hemos cerrado la agenda de salud con completo acuerdo”, aseguró esta madrugada, al cabo de la prolongada reunión, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien junto a su colega de Transportes, Pedro Errázuriz, dialogó con autoridades y dirigentes sociales locales.
Mañalich detalló que se convino en invertir unos 100 millones de dólares en el área, para un programa que incluye la contratación de especialistas para los hospitales locales y la compra de ambulancias, y que se resolvió adelantar para noviembre el comienzo de las obras de un centro de salud en Puerto Aysén y para 2013 el inicio de las de otro en Cochrane.
El principal vocero de la protesta, Iván Fuentes, afirmó que el acuerdo en materia de salud “es un apronte”, pero advirtió que “aquí tiene que venir gente que pueda cortar (decidir) y la verdad es que era importante que estuviera el ministro de Hacienda”, Felipe Larraín.
Los dirigentes locales aguardaban tanto a Larraín como al ministro de Energía, Rodrigo Alvarez, dado que la principal de las 11 demandas de esa región -cuya capital, Coyhaique, está a 1.649 kilómetros al sur de Santiago- es la reducción del precio de los combustibles.
De hecho, luego de haber alcanzado consenso en lo relativo a la salud, la reunión de anoche quedó interrumpida cuando se hablaba de transportes y los dirigentes locales exigieron una propuesta concreta acerca del precio de los combustibles, que Errázuriz no pudo satisfacer.
“Después de ayer aparece claro que la conversación sobre el costo de los combustibles es necesaria antes de seguir hablando de otros temas” pues “nos dijeron formalmente que no tienen interés en avanzar por ahora en los otros puntos hasta que se resuelva esta solicitud específica”, reconoció Mañalich.
El pliego de reclamos incluye también el mejoramiento de la conectividad de la zona, la creación de una universidad regional y medidas de estímulo al empleo y de apoyo a las empresas pequeñas y medianas, sobre todo las vinculadas a la industria pesquera.
Más tarde, Piñera anunció que los ministros Errázuriz y Alvarez estaban “analizando fórmulas para poder facilitar el traslado y la distribución del combustible en la región de Aysén y en otras regiones extremas”, y pidió que los manifestantes no recurran a la violencia.
“Estamos abiertos a acelerar las soluciones pero no en medio de la violencia, las barricadas y los incendios, porque eso lo único que ha traído es daño, dolor y destrucción”, subrayó el mandatario.
Mientras tanto, el alcalde de Punta Arenas, Vladimiro Mimica, y el vocero de la Asamblea Ciudadana de Calama, Daniel Ramírez, advirtieron hoy que promoverán medidas de fuerza similares a las de Aysén si el gobierno central no satisface sus reclamos a la brevedad.
“El gobierno todavía está en deuda porque el compromiso fue que en septiembre íbamos a tener un proyecto de ley que iba a tarificar definitivamente el precio del gas y, desafortunadamente, eso no ha acontecido”, dijo Mimica.
En Punta Arenas, a 3.090 kilómetros al sur de Santiago, hubo hace menos de un año un serio conflicto por el precio del gas, que es sustancialmente más alto que en el resto del país debido a las dificultades para su traslado por el aislamiento de la zona.
En tanto, en Calama, a 1.574 kilómetros al norte de Santiago, hubo a mediados del año pasado protestas en reclamo de soluciones para la escasez de agua y el aislamiento de la región.
Ramírez señaló que en la zona se está “a la espera de una respuesta” que “el presidente, con el Ministerio del Interior y la Intendencia de Antofagasta” habían prometido para “mediados de marzo” y advirtió que a partir de entonces se analizarán cursos de acción.
La protesta en Aysén se inició el domingo 12 de este mes y desde entonces los manifestantes realizan marchas, bloquean rutas y levantan barricadas, lo que provocó problemas de abastecimiento, particularmente de combustible, y aumentos de precios.
En el curso de las protestas se registraron enfrentamientos entre manifestantes y policías que provocaron una cantidad de heridos que la policía fijó en 35 pero que Rodrigo Triviño, miembro de la Comisión de Justicia y Paz del Vicariato Apostólico de Aysén, elevó a un centenar.
“Hemos cerrado la agenda de salud con completo acuerdo”, aseguró esta madrugada, al cabo de la prolongada reunión, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien junto a su colega de Transportes, Pedro Errázuriz, dialogó con autoridades y dirigentes sociales locales.
Mañalich detalló que se convino en invertir unos 100 millones de dólares en el área, para un programa que incluye la contratación de especialistas para los hospitales locales y la compra de ambulancias, y que se resolvió adelantar para noviembre el comienzo de las obras de un centro de salud en Puerto Aysén y para 2013 el inicio de las de otro en Cochrane.
El principal vocero de la protesta, Iván Fuentes, afirmó que el acuerdo en materia de salud “es un apronte”, pero advirtió que “aquí tiene que venir gente que pueda cortar (decidir) y la verdad es que era importante que estuviera el ministro de Hacienda”, Felipe Larraín.
Los dirigentes locales aguardaban tanto a Larraín como al ministro de Energía, Rodrigo Alvarez, dado que la principal de las 11 demandas de esa región -cuya capital, Coyhaique, está a 1.649 kilómetros al sur de Santiago- es la reducción del precio de los combustibles.
De hecho, luego de haber alcanzado consenso en lo relativo a la salud, la reunión de anoche quedó interrumpida cuando se hablaba de transportes y los dirigentes locales exigieron una propuesta concreta acerca del precio de los combustibles, que Errázuriz no pudo satisfacer.
“Después de ayer aparece claro que la conversación sobre el costo de los combustibles es necesaria antes de seguir hablando de otros temas” pues “nos dijeron formalmente que no tienen interés en avanzar por ahora en los otros puntos hasta que se resuelva esta solicitud específica”, reconoció Mañalich.
El pliego de reclamos incluye también el mejoramiento de la conectividad de la zona, la creación de una universidad regional y medidas de estímulo al empleo y de apoyo a las empresas pequeñas y medianas, sobre todo las vinculadas a la industria pesquera.
Más tarde, Piñera anunció que los ministros Errázuriz y Alvarez estaban “analizando fórmulas para poder facilitar el traslado y la distribución del combustible en la región de Aysén y en otras regiones extremas”, y pidió que los manifestantes no recurran a la violencia.
“Estamos abiertos a acelerar las soluciones pero no en medio de la violencia, las barricadas y los incendios, porque eso lo único que ha traído es daño, dolor y destrucción”, subrayó el mandatario.
Mientras tanto, el alcalde de Punta Arenas, Vladimiro Mimica, y el vocero de la Asamblea Ciudadana de Calama, Daniel Ramírez, advirtieron hoy que promoverán medidas de fuerza similares a las de Aysén si el gobierno central no satisface sus reclamos a la brevedad.
“El gobierno todavía está en deuda porque el compromiso fue que en septiembre íbamos a tener un proyecto de ley que iba a tarificar definitivamente el precio del gas y, desafortunadamente, eso no ha acontecido”, dijo Mimica.
En Punta Arenas, a 3.090 kilómetros al sur de Santiago, hubo hace menos de un año un serio conflicto por el precio del gas, que es sustancialmente más alto que en el resto del país debido a las dificultades para su traslado por el aislamiento de la zona.
En tanto, en Calama, a 1.574 kilómetros al norte de Santiago, hubo a mediados del año pasado protestas en reclamo de soluciones para la escasez de agua y el aislamiento de la región.
Ramírez señaló que en la zona se está “a la espera de una respuesta” que “el presidente, con el Ministerio del Interior y la Intendencia de Antofagasta” habían prometido para “mediados de marzo” y advirtió que a partir de entonces se analizarán cursos de acción.
La protesta en Aysén se inició el domingo 12 de este mes y desde entonces los manifestantes realizan marchas, bloquean rutas y levantan barricadas, lo que provocó problemas de abastecimiento, particularmente de combustible, y aumentos de precios.
En el curso de las protestas se registraron enfrentamientos entre manifestantes y policías que provocaron una cantidad de heridos que la policía fijó en 35 pero que Rodrigo Triviño, miembro de la Comisión de Justicia y Paz del Vicariato Apostólico de Aysén, elevó a un centenar.
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