Angol, 15 de noviembre de 2009
A los compañeros, compañeras, amigos y todas las personas que se preocupan por mi.
Quiero decirles que en este momento me encuentro en el penal de Angol, después del arduo esfuerzo de un conjunto de personas que intercedieron por mi traslado. Hombres y mujeres que se sensibilizaron con mi situación, seres humanitarios del más amplio espectro, social, político y religioso.
Quiero darle las gracias y contarles que estoy bien físicamente, mi proceso de rehabilitación de las quemaduras ha avanzado en forma extraordinaria y también el aspecto psicológico al saber que estoy viviendo en la misma ciudad que mi leal compañera. Esto me tranquiliza una enormidad, toma un colectivo y llega a mi puerta en pocos momentos, y luego puede seguir trabajando o irse a nuestra casa. Se acabaron los largos viajes de años y el peligro que ello conlleva.
Estoy adaptándome a mi nueva situación, personas nuevas, todo nuevo, por fortuna hay gente buena en todas partes y otra vez fui muy bienvenido.
Pronto, después de un tiempo razonable solicitaré los beneficios que me corresponden y está comprobado que los granitos de arena pueden convertirse en una montaña, a pesar que se me castiga por mi pasado rodriguista.
No olviden compañeros y compañeras que las injusticias que se han cometido conmigo, son una forma de desmotivar a las nuevas generaciones que hoy luchan de manera consecuente. Cualquier tipo de Organización huele a peligro para los intereses del Estado y los poderes políticos y económicos. Creen que se puede detener el crecimiento de la lucha social. Craso error.
Les agradezco su cariño y preocupación, con un abrazo lleno de toda mi fuerza renovada.
Gracias por ser partícipes y custodios de esta – la que será una tremenda libertad.
Eduardo Guillermo Vivian Badilla
Preso político Angol
07.308.307-9
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